En el fútbol de hoy que parece más tangible, donde todo se analiza, se estudia y se mide, la dupla técnica escondió la formación inicial hasta minutos antes del partido buscando contar con el factor sorpresa. La supuesta linea de cinco con tres centrales (Bruno Bianchi, Francisco Flores y Nicolás Romero) y dos laterales con mucho ida y vuelta, mutó a un esquema más extravagante y que recién dio buenos resultados en el complemento.
Flores se posicionó como lateral por derecha con responsabilidades en la marca, algo que supo hacer en su momento Marcelo Ortiz. La duda era saber cómo respondería en ese puesto y aunque en los primeros minutos el ex San Lorenzo se mostró con algunas dudas, luego se afirmó e hizo un partido correcto. Tal como se esperaba no pasó demasiado al ataque y en la única escalada que tuvo en el primer tiempo terminó en un centro peligroso, que por poco no pudo conectar Ramiro Carrera.
El dibujo táctico finalmente fue 4-2-3-1, con Coronel como única referencia, que fue asistido (o al menos esa fue la idea) por Tesuri, Carrera y Giani que fueron los volantes más adelantados.
Acosta y Pereyra estuvieron más enfocados en la recuperación de la pelota. Cuando el “10” juega tan alejado del arco rival el “decano” lo siente en la creación del juego; justamente en el complemento cuando “guante” se soltó, apareció la mejor versión del equipo de la dupla. Un remate en el palo y dos buenas atajadas de Cambeses, inclinaron el partido a favor de Atlético que dejó una mejor imagen, aunque las estadísticas marquen un partido más equilibrado, con 50 por ciento de posesión de pelota para cada equipo, tres remates al arco para ambos e incluso hubo cierta paridad en los tiros de esquinas, con seis para el local y cuatro para el “decano”.
El jugador destacado terminó siendo Pereyra, sobre todo por lo mostrado en el complemento, nueve recuperaciones y 25 pases hacia adelante (el que más intentó y más pases completó) El esquema por el que se inclinó la dupla rindió sus frutos jugando de visitante, habrá que ver si de local cambia, sobre todo por las obligaciones que tiene el “decano”. Durante el ciclo de Pusineri se había intentado algo similar, aunque finalmente no dio buenos resultado. Luego del 3-1 en Liniers había que cambiar y Atlético lo hizo.